57. Levanta o revienta

Paco anuncia que se van a iniciar los interrogatorios sobre las circunstancias que rodearon la muerte de Ruth. De las declaraciones depende que Don Lorenzo permanezca o no en la cárcel. Es entonces cuando Montoya se ofrece para mentir y decir que vio cómo don Lorenzo disparaba a Ruth en defensa propia. Pero justo antes de declarar, cae inconsciente bajo los efectos del alcohol que no para de ingerir. Kike, Curtis y Rita se ocuparán de que su jefe esté en condiciones de superar el interrogatorio.


Paco insiste para que Lucas entre en contacto con don Lorenzo y le convenza de que debe cambiar su declaración sobre la muerte de Ruth para salir de la cárcel. Para acceder a la enfermería donde está ingresado el comisario debido a la diabetes que padece, Lucas convence a Povedilla para que le disloque un brazo. Don Lorenzo, que no soporta a su ex yerno, se toma de la peor manera posible sus intentos de convencerle para que cambie su declaración.


Tras una terrible pesadilla, Paco se reúne con Mariano y Lola dispuesto a aclarar las cosas presionando a su mujer para que reconozca que está enamorada de Mariano, pero ésta insiste en que Paco es el único hombre al que ama. Mariano, que se había hecho ilusiones, se queda anímicamente destrozado tras escuchar la declaración de amor de Lola hacia su marido. Atormentado, decide ponerse en contacto con el doctor Núñez, el experto en neurología, para que le haga desaparecer los recuerdos sobre Lola.


Mientras Lucas está en la enfermería, Salazar, el cabecilla de la banda internacional de ladrones, será el nuevo compañero de celda de Povedilla. El capo le ordena al agente hackear los códigos de seguridad de la Jefatura Superior de Policía. Povedilla es entonces trasladado a la comisaría para recibir las instrucciones necesarias. Una vez delante de Paco, Povedilla, completamente desolado, confiesa que ha sido agredido sexualmente en la cárcel y que no puede seguir adelante con el operativo.


Sara busca constantemente llamar la atención de Aitor, pero éste se hace duro mientras intenta situar en medio de los dos a Carlota, la hermana de Lucas. En esta ocasión, Sara reta a Aítor a una partida de billar. Él, que se considera un experto, es vapuleado por la chica y debe aceptar ir a merendar con ella. Aitor aparece con Carlota a la hora de la cita, dificultado así los planes de Sara para hablar con él y aclarar las cosas entre ellos. Carlota será testigo de la confesión de Sara